Salvar lo bello, Byung-Chul Han
La imagen con la que Byung-Chul Han abre las primeras páginas de La salvación de lo bello es la escultura Balloon Dog de Jeff Koons (quienes me leéis desde Navarra o País Vasco seguramente encontréis más cercana la referencia del ramo de tulipanes de colores Tulips que se encuentra en la terraza exterior del museo Guggenheim en Bilbao). La imagen de este perro hecho con globos pulidos, coloridos y brillantes abre el ensayo con la mágica condensación de los buenos ejemplos. En el postulado que desarrolla a lo largo de los siguientes capítulos, Han nos hablará, entre otras cosas, de la intermitencia vacilante de aquello que percibimos como bello: “ ocultar, retardar y distraer son también estrategias espacio-temporales de lo bello ” Esta distracción, exhibición velada, está íntimamente relacionada con nuestro concepto de erotismo. En contraposición a la sutileza inconquistable de lo erótico, plagada de condiciones, de elementos secundarios y de la cautivadora e indescifrable un